Todo lo que aquí lea es producto de su i-ma-gi-nación.

viernes, 28 de marzo de 2008

¡Querida libertaaad! (lease cantadito)

¡Querida libertaaaad!, se oía cantar frecuentemente en el barrio donde vivo.
El resto del estribillo de la canción siempre me fue ininteligible.
Era agradable escucharlo cantar, pues por un lado sabías que XY se sentía feliz, y por otra parte, que seguía vivo, aún no sucumbía a la cirrosis hepática.
Desde hace 7 meses que no he escuchado su canto, solo mi memoria reconstituye su voz y melodía: "querida libertaaad". Pensé que ya no iba a volver a escucharlo.
Primero tenía puesta la esperanza en el invierno: "está frío para andar en la calle". Entonces llegó el verano, y a medida que avanzaba, disminuía mi esperanza de volverlo a ver.
Hoy me lo topé en la esquina de mi casa, estaba gordo y caminaba cabeza gacha con la mirada fija en el negro pavimento. Ya no cantaba ni sonreía.
Lo vi y bajé la mirada, crucé la calle observando el negro pavimento.
Su voz resonó en mi mente: ¡querida libertaaad!, pero solo sonreí internamente.

lunes, 10 de marzo de 2008

Día Mundial del Sueño

Este 14 de Marzo es el día mundial del sueño.

Oníricos, útópicos, infantiles y adolescentes, y también aquellos que hemos olvidado, todos tengan un muy feliz día.

Y por su puesto, respetados neurólogos, no olvidamos la motivación inicial e incluimos en el saludo el insomnio y la somnolencia, epidemias contemporáneas que amenazan nuestra calidad de vida, lo cual contribuye a que olvidemos soñar.

jueves, 6 de marzo de 2008

¿Me respondieron de la JUNAEB?

Estoy sorprendida, aún algo choqueada cuando me acuerdo.

La historia: Tenía que hacer el trámite del pase escolar (si este año culmina bien, sería mi último periodo del agradecido beneficio), pero olvidé la password. Hice click en "si olvidaste tu clave, solicítala aquí" y esperé... más de 24 horas y nada. Entonces me decidí armar de paciencia y llamé a la JUNAEB (entidad encargada del pase).
Primer prejuicio: se iban a demorar una eternidad en responder el teléfono o sencillamente no lo harían.
Segundo prejuicio: me iba a atender una vieja gruñona, mi representación mental era la secretaria recepcionista de Monster Inc.
Tercer prejuicio: no me iban a pescar.

Se demoraron un par de ring en atender el teléfono. Primer prejuicio derrumbado. Me atendió una señora con voz de nula motivación por hacer su pega, María Teresa se llamaba. Segundo prejuicio corrobrado. Yo la saludé con entusiasmo, la llamé por su nombre y le explique mi problema. Su tono de voz no varió y me dijo que me iban a llamar de vuelta. Mi yo interior suspiró abatido, ... nunca llaman de vuelta, daba por cumplido el tercer prejuicio.

A la hora sonó el teléfono y pensé que era Juanjo porque por msn me había dicho "te llamo". Pero no era Juanjo, al parecer era María Teresa, aunque su voz sonaba cordial. Me dió la password y me deseó una buena tarde. Sniff! realmente estaba emocionada al otro lado de la línea, ¡me llamaron de vuelta! ¡Tercer prejuicio derrumbado!

Me di cuenta que es facil determinar una relación por el prejuicio que tengamos de una persona o institución, incluso, a veces este es tan grande que negamos cualquiera posibilidad de cambio. No se si saludé a María Teresa tan amablemente por ironía o por alegrarle el día tratándola bien y llamándola por su nombre. Lo concreto es que mis prejuicios fueron invalidados y tengo una sensación divida: verguenza de mi misma y felicidad de que las cosas pueden ser distintas.

martes, 4 de marzo de 2008

Todas las esposas tienen derechos

La esposa debería tener el derecho a prohibirle a su marido tomar zolpidem o zopiclona.
Si este último se negase, debería proveer a su esposa tapones para los oídos o una pieza para alojados equipada con una cama confortable.
Tomar zolpidem o zopiclona sin cumplir con los requisitos previamente estipulados, se considerará dolo.

Nota aclaratoria: uno de los efectos secundarios de estos fármacos, comúnmente usados para inducir el sueño, son fuertes ronquidos. La intensidad de estos queda perfectamente explicada con una frase dicha por un desconocido ciudadano español a mi abuelo: "bramar el tío ese".