Añoro mi vida burguesa ...

Hace un mes atrás, había quedado registrada la siguiente nota, la cual se titulaba: Añoro mi vida burguesa.

"Añoro mi vida burguesa, despertarme por mí misma a la hora que naturalmente mi cuerpo suele salir de su letargo, esto es a las 8:45 am aproximadamente y no por aquel ansioso despertador con su TITITITÍ-TITITITÍ; tomar desayuno pausadamente leyendo El Mercurio, saltándome la sección política, vida social y espectáculo (nombre cínico que usa el diario anteriormente nombrado para diferenciarse de Las Últimas Noticias), seré burguesa, pero del tipo más intelectual."

Y hasta ahí estaba escrito, lo más probable es que me haya tocado bajarme del metro.
Muchas veces me topé con la nota en mi bolso. La leía y cada vez me hacía menos sentido, incluso había descartado publicarla.
Me cuesta decirlo, pues me hago más conciente de la realidad y me da "algo extraño" asumirlo. Es una especie de desconcertante dicotomía, pero creo que no echo de menos mi vida burguesa.
Me gustaría no despertarme con el TITITITÍ-TITITITÍ (me da inseguridad no poner el despertador) y leer tranquilamente el diario mientras tomo desayuno, pero no lo echo de menos. Me provoca tranquilidad el dirigirme hacia el lugar en que trabajo y es mi momento de soledad cuando estoy trabajando con mis niños (adolescentes furiosos). Ese sentimiento no lo suple ni el mejor desayuno ni informarme del mundo por El Mercurio.
Creo que tengo la suerte de, en este momento, estar en el lugar correcto.
No añoro mi vida burguesa.