Todo lo que aquí lea es producto de su i-ma-gi-nación.

jueves, 6 de marzo de 2008

¿Me respondieron de la JUNAEB?

Estoy sorprendida, aún algo choqueada cuando me acuerdo.

La historia: Tenía que hacer el trámite del pase escolar (si este año culmina bien, sería mi último periodo del agradecido beneficio), pero olvidé la password. Hice click en "si olvidaste tu clave, solicítala aquí" y esperé... más de 24 horas y nada. Entonces me decidí armar de paciencia y llamé a la JUNAEB (entidad encargada del pase).
Primer prejuicio: se iban a demorar una eternidad en responder el teléfono o sencillamente no lo harían.
Segundo prejuicio: me iba a atender una vieja gruñona, mi representación mental era la secretaria recepcionista de Monster Inc.
Tercer prejuicio: no me iban a pescar.

Se demoraron un par de ring en atender el teléfono. Primer prejuicio derrumbado. Me atendió una señora con voz de nula motivación por hacer su pega, María Teresa se llamaba. Segundo prejuicio corrobrado. Yo la saludé con entusiasmo, la llamé por su nombre y le explique mi problema. Su tono de voz no varió y me dijo que me iban a llamar de vuelta. Mi yo interior suspiró abatido, ... nunca llaman de vuelta, daba por cumplido el tercer prejuicio.

A la hora sonó el teléfono y pensé que era Juanjo porque por msn me había dicho "te llamo". Pero no era Juanjo, al parecer era María Teresa, aunque su voz sonaba cordial. Me dió la password y me deseó una buena tarde. Sniff! realmente estaba emocionada al otro lado de la línea, ¡me llamaron de vuelta! ¡Tercer prejuicio derrumbado!

Me di cuenta que es facil determinar una relación por el prejuicio que tengamos de una persona o institución, incluso, a veces este es tan grande que negamos cualquiera posibilidad de cambio. No se si saludé a María Teresa tan amablemente por ironía o por alegrarle el día tratándola bien y llamándola por su nombre. Lo concreto es que mis prejuicios fueron invalidados y tengo una sensación divida: verguenza de mi misma y felicidad de que las cosas pueden ser distintas.