Todo lo que aquí lea es producto de su i-ma-gi-nación.

domingo, 3 de diciembre de 2006

Intento N° 123

Desperté.
Estaba decidido, iba a la guerra.
Faltaban 5 minutos para que sonara el despertador.
Debía actuar rápido y sigilosamente, llegar antes que mi presa para emboscarla.
Granadas y piedras ya estaban en mi morral, pasé semanas recolectándolas, incluso tengo un par que recogí hace años.
Comienzo a deslizarme suavemente por el borde de la cama. Se prende la luz de la pieza del fondo.
Silencio. Contengo la respiración. Escucho.
Lo veo pasar, apreto los ojos con fuerza. Que no me vea, suplico.
Se detiene, sigue de largo.
Pasos y ruidos lejanos. Se aproxima nuevamente.
Esta vez no se detiene, lleva una botella en su mano.
Se apaga la luz de la pieza del fondo.
Suena el despertador. Nadie se levanta a apagarlo.