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Ante noche me visitó un espectro. Tipo 3 de la mañana se paró junto a mi lado de la cama y metió bulla hasta que me despertó.
Espectro: ¿Porqué me abandonaaaste?
Sol: ¿Qué?
E: ¿Porqué me abandonaaaste?
S: Qué se yo.
Me miró por un rato, perplejo, como si esperara una explicación sobre lo que le había dicho o porque era primera vez que alguien le respondía con una frase a su lamento (mierda o chucha no cuentan).
Ante la insistencia de la mirada y el incómodo silencio, proseguí.
S: Si ni siquiera se quién eres, ¿cómo se supone que voy a saber por qué el que te abandonó te abandonó?
E: Eeee.... Bueno, te pareces mucho a quién me abandonó.
S: Si me parezco puede haber sido alguien de mi familia. Genética, tu sabes. Podrías ir a preguntarles.
E: Lo he intentado, pero tú eres la primera que me escucha y no sale corriendo.
S: Se me da eso de escuchar.
E Gracias.
Más silencio incómodo.
S: ¿Espectro, cómo sabes que te abandonaron? Es decir, se me ocurre que como estás muerto nadie te abandonó realmente si no solo te moriste, entonces dejaste de ver a la persona que dices que te abandonó.
E: No lo se, tampoco recuerdo cuándo ni cómo morí. Quizás...... ¿Me puedo sentar?
S: Si claro.
Me corrí un poco para dejarle espacio y yo también me senté, al fin y al cabo esto estaba tomando cara de conversación.
S: Continúa.
E: ¿Alguna vez te han abandonado?
Algo quizo moverse en mi memoria, pero reaccioné a tiempo.
S: Perdona, pero estamos hablando de tí. Mi psicoterapia es los Martes a las 6 de la tarde, no a las 3 de la mañana de ningún día.

Continuará..... Quizás